Un pequeño grupo de empresas controla la distribución de alimentos e impone sus reglas. Estos intermediarios pagan a los Productores un precio inferior al coste de producción, lo que hace que su actividad no sea rentable y amenace su supervivencia económica.
Necesitamos un cambio para alcanzar unas buenas condiciones de trabajo y precios justos.
Los agricultores deben tener capacidad y poder de decisión.